martes, 15 de marzo de 2011

KIM BUM BU

KIM BUM BU
Calle de Colmenares, 7, Madrid.
Teléfono 915 212 681

Aunque al principio pude pensar que un restaurante africano no podría atraerme, fue cruzar su puerta y saber que estaba en un sitio especial, lleno de encanto y sofisticación.
Lo primero que llama la atención nada más entrar es su decoración. Motivos completamente étnicos decoran la estancia, pero sin recargar demasiado el ambiente. Un par de bambúes, alguna máscara y el traje de las camareras para crear un ambiente típicamente africano (o lo que nosotros pensamos que es típicamente africano).
También hay que destacar las mesas y las sillas. Son cubos de metal en los que queda todo perfectamente encajado. Al principio, te descoloca bastante, ya que no ves las sillas por ningún lado, pero cuando entiendes el mecanismo ¡deseas poder comprar una para tu casa! Las sillas tienen una repisa debajo para que puedas dejar las cosas y que no molesten en la comida. Además, a un lado de la mesa hay un espacio para dejar las botellas (no se te ocurra dejar ahí el bolso, si no una camarera, que no son la amabilidad en persona, se encargará de recordarte que ese es el sitio para las bebidas). Pero que las mesas sean así no permite que se junten, así que los grupos tienen que buscarse otro restaurante, porque aquí, para más de seis personas, no te aseguran que podáis estar juntos.


Y en decoración, no nos podemos olvidar del baño. En el de chicas (el de chicos no lo conozco, pero seguramente sea muy parecido) el lavabo es muy curioso, ya que es un caño de agua que cae directamente al suelo. Pero cuidado, en las dos ocasiones en las que he ido, ha habido problemas con la puerta, así que mejor no te olvides el móvil cuando lo visites.
En cuanto a la comida, todo tiene un sabor especial, pero no se aleja mucho de lo que estamos acostumbrados a comer. Sabores nuevos, pero sin alejarse demasiado de lo convencional. Las raciones son medianas, pero siempre que he ido lo hemos pedido todo para compartir, así se puede probar un poco de todo. Mi recomendación, para tres personas, con tres entrantes, dos segundos y un par de postres, solucionado.
También tienen un menú degustación por 21 euros, pero para eso se necesita una mesa completa (2, 4 o 6 personas), y como siempre coincide que vamos 3, nunca he podido probarlo, aunque espero no tardar mucho en hacerlo.
Entre los entrantes, para mi gusto, el mejor es el mokimo, una especie de pastel de maíz, patata y guisante. ¡Está delicioso! Como he dicho, es un sabor al que no estamos acostumbrados, pero no es tan diferente a lo que solemos comer como para no gustarnos. Todo un éxito. También me gustó mucho la botswana de maíz con salsa de alcachofas, y eso que estas verduritas no me atraen mucho, pero están buenísimas.
De segundo, hay varias cosas que me han gustado especialmente, entre las que podemos destacar varios platos de pollo variados. Los suelen acompañar de plátano, yuca o patata, y están muy buenos. Hay algún plato en el que innovan un poco más, pero no los he probado todos como para poder opinar más allá.
Toda buena comida debe acabar con un buen postre. En este caso hay que destacar las natillas de plátano. Un sabor diferente a lo que estamos acostumbrados, todo un acierto, y exquisito.
Tranquilos, el precio total no nos va a sorprender demasiado, ya que, por persona, no supera los 20 euros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario